El gran desarrollo de la robótica y su relación con la industria
Si bien puede parecer como algo extremadamente actual, la robótica moderna comienza su historia en el año 1954 con una de las primeras patentes del rubro de la mano de George C. Devol. A esto último le siguió en el año 1959 la colocación de un primer modelo a modo de prueba en la industria de General Motors. Este robot industrial de prueba fue conocido como “Unimate”, inspirando luego en 1961 la creación de “Unimation Inc”.
En los últimos años se ha visto un gran desarrollo en el ambiente de la robótica, sobre todo en aquella que conocemos más específicamente como “robótica industrial” que apunta a la creación de sistemas y mecanismos de producción automatizada en las fábricas. Si bien en algún momento los robots fueron considerados un paradigma total a la automatización del sector industrial y provocaron cierto miedo en las plantas laborales hoy por hoy son tomados como una herramienta más dentro de las herramientas de producción.
La robótica en la industria
Cuando se habla de robótica industrial se hace referencia al diseño, estudio y utilización de los robots con el fin de ejecutar procesos industriales de todo tipo. El “estándar ISO” ayuda a definir el concepto de “robot industrial” diciendo que se trata de un “manipulador programable en tres o más ejes multipropósito, controlado automáticamente y reprogramable”.
Actualmente las fabricas e industrias de grandes magnitudes suelen tener un interés bastante enfatizado sobre la robótica, ya que estos elementos pueden realizar aquellos procesos repetitivos que para la planta de trabajadores podría llegar a resultar molesta y tediosa. Gracias a la robótica industrial las fábricas han encontrado nuevas formas de producir a través de la automatización de algunos procesos.
En cuanto al robot industrial, este elemento se conforma a través de la unión de dos cuestiones fundamentales: Por un lado tenemos la estructura mecánica externa y por otra la parte electrónica donde se hallará el sistema de control interno que hará que el mismo funcione y que pueda programarse para las distintas actividades. A estos robots de fábrica se los diseña especialmente para que cumplan una función determinada, repitiendo la serie de movimientos que se indican de forma automática y continua.
Muchos de ustedes se estarán preguntando ¿qué pasa con aquellos procesos y factores que cambian de forma durante el proceso productivo? Si bien hoy en día no es posible que los robots industriales cambien por su propia cuenta los movimientos automáticos que están realizando en la línea productiva, sí se está trabajando sobre el tema y se cree que en unos años esto se volverá algo concreto. Gracias al trabajo de los especialistas en inteligencia artificial los robots industriales ya pueden obtener información que salga de su entorno y adaptar así su comportamiento a los cambios que hayan surgido del mismo sin que el operario que lo maneja tenga que intervenir.
Cada robot cuenta con una red lógica interna que funciona como si fuera un cerebro, habiendo siendo previamente programado por el operador o el especialista. Con los últimos avances es muy probable que los robots se vuelvan mucho más autónomos y cuenten con sistemas operativos mucho más avanzados e inteligentes.